jueves, 18 de octubre de 2018

El apocalipsis de Siva


He aquí una Nota antigua de mi Facebook, en modo rescate y revival ahora aquí. El título es aproximativo, el dios de la imagen es Indra, en este tema de lo que se trata es de neutralizar el mal o principio destructivo malicioso y artificioso, no el natural. Sea como sea un avatar va a venir, como señala Krishna en el Baghavad; otras religiones preconizan lo mismo. La más completa, a mi juicio, es la visión de la Biblia, aunque es heterodoxa en sus predicciones y de difícil interpretación, quizá así, se protege a sí misma, como todo lo que tiene valor.

Los Puranas no son libros proféticos, pero tienen una pequeña parte predictiva con un alto grado descriptivo y de acierto.
--Se describe el proceso de aceleración de las cosas, tan mencionado por muchas teorías, lógicas, creibles por la evidencia de sucesos registrados: "Algunos alcanzaran la sabiduría en poco tiempo porque los  méritos adquiridos en un año durante el Trétä Yugä pueden ser obtenidos en un  día en la edad de Kali ". (Shiva Purana 5.1., 40-40)
--El desconocimiento y los bulos;  el proceso será repentino y oculto, de ahi el fracaso objetivo del 99% de las predicciones, incluyendo 21Dic. "Al final del Kali Yuga el dios Shiva (la Consciencia) se  manifestará para restablecer la vía justa bajo una forma secreta y escondida".  (Linga Purana 1.40.12)
A partir de aqui un "copiar y pegar", que también requiere su arte, selección y momento.
LAS PREDICCIONES: los signos precursores
El período que precede al cataclismo que debe destruir la especie actual de los humanos está marcado por los desórdenes que son los signos anunciadores de su final. Como ocurrió en el caso de los Asuras, Shiva no puede destruir más que las sociedades que se han alejado de su papel, han transgredido la ley natural. Según la teoría de los ciclos que regulan la evolución del mundo, nos aproximamos hoy en día al final del Kali Yuga, la edad de los conflictos, de las guerras, de los genocidios, de las malversaciones, de los sistemas filosóficos y sociales aberrantes, del desarrollo maléfico del saber que cae en manos irresponsables. Las razas, las castas se mezclan. Todo tiende a nivelarse y el nivelamiento, en todos los ámbitos, es el preludio de la muerte. Al final del Kali Yuga este proceso se acelera. El fenómeno de aceleración es uno de los signos de la catástrofe que se aproxima. Los Purana describen los signos que caracterizan al último período, el crepúsculo del Kali Yuga.
Según el Linga Purana:
«Son los más bajos instintos los que estimulan a los hombres del Kali Yuga. Ellos eligen preferentemente ideas falsas. No dudan en perseguir a los sabios. El deseo les atormenta. La negligencia, la enfermedad, el hambre, el miedo se extienden. Habrá graves sequías. Las diferentes regiones de los países se opondrán unas a las otras.
Los libros sagrados ya no se respetarán. Los hombres no tendrán moral, y serán irritables y sectarios. En la edad de Kali se extienden las falsas doctrinas y los escritos engañosos.
Las personas tienen miedo ya que descuidan las reglas enseñadas por los sabios y no efectúan ya más los ritos correctamente.
Muchos perecerán. El número de príncipes y de agricultores disminuirá gradualmente. Las clases obreras quieren atribuirse el poder real y compartir el saber, la comida y los lechos de los antiguos príncipes. La mayor parte de los nuevos jefes es de origen obrero. Ellos perseguirán a los sacerdotes y a los que tengan sabiduría.
Se matará a los fetos en el vientre de su madre y se asesinará a los héroes. Los Shudra (obreros) pretenderán comportarse como Brahmanes (sabios) y los sacerdotes como obreros.
Los ladrones llegarán a reyes, los reyes serán ladrones.
Muchas serán las mujeres que tendrán relaciones con varios hombres.
La estabilidad y el equilibrio de las cuatro castas de la sociedad y de las cuatro edades de la vida desaparecerán de todas partes. La tierra producirá mucho en algunos lugares y demasiado poco en otros.
Los dirigentes confiscarán la propiedad y harán de ella un mal uso. Ellos dejarán de proteger al pueblo.
Hombres viles que habrán adquirido un cierto saber (sin tener las virtudes necesarias para su uso) serán honrados como sabios.
Hombres que no poseen las virtudes de los guerreros llegarán a ser reyes. Habrá sabios que estarán al servicio de hombres mediocres, vanidosos y rencorosos. Los sacerdotes se envilecerán al vender los sacramentos. Habrá muchas personas desplazadas, errando de un país a otro. El número de hombres disminuirá, el de mujeres aumentará.
Los animales de presa serán más violentos. El número de vacas disminuirá. Los hombres de bien renunciaran a tener un papel activo.
Comida ya cocinada será puesta en venta. Los libros sagrados se venderán en las esquinas de las calles. Las chicas jóvenes comerciarán con su virginidad. El dios de las nubes será incoherente con la distribución de lluvias. Los comerciantes harán operaciones deshonestas. Ellos estarán rodeados de falsos filósofos pretenciosos. Habrá muchos mendigos y parados. Todo el mundo empleará palabras duras y groseras. No se podrá confiar en nadie. Las personas serán envidiosas. Nadie querrá ser recíproco con un servicio recibido. La degradación de las virtudes y la censura de los puritanos hipócritas y moralizantes caracterizarán el periodo del fin de Kali. Ya no habrá más reyes. La riqueza y las cosechas disminuirán. Grupos de bandidos se organizarán en las ciudades y en el campo. El agua escaseará y los frutos serán poco abundantes. Aquellos que deberían asegurar la protección de los ciudadanos no lo harán. Numerosos serán los ladrones. Las violaciones serán frecuentes. Muchos individuos serán pérfidos, lúbricos, viles y temerarios. Llevarán el pelo en desorden. Nacerán muchos niños cuya esperanza de vida no superará los dieciséis años. Aventureros tomarán la apariencia de monjes con la cabeza afeitada, vestimentas naranja, y rosarios alrededor del cuello. Se robarán las reservas de trigo. Los ladrones robarán a los ladrones. Las personas se volverán inactivas, letárgicas y sin objetivo. Las enfermedades, las ratas y las substancias nocivas les atormentarán. Personas afligidas por el hambre y el miedo se refugiarán en los «refugios subterráneos» (kaushikä).
Raras serán las personas que vivirán cien años. Los textos sagrados serán adulterados. Los ritos serán descuidados. Los vagabundos serán numerosos en todos los países.
Los heréticos se opondrán al principio de las cuatro castas y de las cuatro épocas de la vida. Personas no cualificadas pasarán por expertos en materia de moral y de religión.
Las personas masacraran a las mujeres, a los niños, a las vacas y se matarán unos a otros.»
(Linga Purana, capítulo 40)

VISHNÚ PURANAS (Libro VI, cap. 1):
«Las personas del Kali Yuga pretenderán ignorar las diferencias de razas y el carácter sagrado del matrimonio (que asegura la continuidad de una raza), la relación de maestro a alumno, la importancia de los ritos. Durante el Kali Yuga personas de cualquier origen se casarán con chicas de cualquier raza. Las mujeres se harán independientes y buscarán bellos varones. Ellas se adornarán con peinados extravagantes y dejarán a un marido sin recursos por un hombre rico.
Ellas serán delgadas, golosas, apegadas al placer. Producirán demasiados hijos pero serán poco respetadas. No se interesarán más que en ellas mismas, serán egoístas, sus palabras serán pérfidas y engañosas.
Mujeres de alta alcurnia se entregarán a los deseos de los hombres más viles y practicarán actos obscenos.
Los hombres no querrán mas que ganar dinero, los más ricos serán los que detenten el poder. Aquellos que posean muchos elefantes, caballos y carros serán reyes. Las personas sin recursos serán sus esclavos.
Los jefes de estado no protegerán ya más al pueblo sino que, por medio de los impuestos, se apropiarán de todas las riquezas. Los agricultores abandonarán sus trabajos de labranza y de cosecha para volverse obreros no especializados (kârû-karmä) y tomarán la conducta de los «fuera-de-casta». Muchos se vestirán de harapos, estarán sin trabajo, dormirán en el suelo, viviendo como miserables.
Por la falta de poderes públicos muchos niños morirán. Algunos tendrán el pelo blanco ya a los doce años.
En estos tiempos la vía trazada por los textos sagrados desaparecerá. Las personas creerán en teorías ilusorias. No habrá ya más moral y la duración de la vida se reducirá.
Las personas aceptarán como artículos de fe las teorías promulgadas por cualquiera. Se venerarán los falsos dioses en los falsos ashrams en los cuales se decretarán arbitrariamente ayunos, peregrinajes, penitencias, donación de bienes, austeridades en el nombre de pretendidas religiones. Personas de baja casta llevarán un hábito religioso y, por su comportamiento mentiroso, se harán respetar.
Las personas tomarán el alimento sin haberse lavado. No venerarán ni el fuego doméstico ni a los huéspedes. No practicarán los ritos fúnebres.
Los estudiantes no observarán las reglas de su estado. Los hombres establecidos no harán ya más ofrendas a los dioses ni dones a las personas meritorias.
Los ermitaños (vanaprasthä) comerán comida de burgueses y los monjes (sanyasi) tendrán lazos amorosos (snéhä-sambandhä) con sus amigos.
Los obreros (shudrä) reclamaran la igualdad con los sabios. Las vacas no serán salvadas porque ellas darán leche.
Los pobres harán una gloria de su pobreza y las mujeres de la belleza de su cabello.
El agua faltará y, en muchas regiones, se mirará el cielo con la esperanza de un chubasco. Las lluvias escasearán, los campos se volverán estériles, los frutos no tendrán más sabor. El arroz faltará, se beberá leche de cabra.
Las personas que sufran la sequía se alimentarán de bulbos y de raíces.
No tendrán alegrías ni placer. Muchos se suicidarán. Sufriendo de hambre y de miseria, tristes y desesperados, muchos emigrarán hacia los países en los que crece el trigo y el centeno.
Los hombres con poca inteligencia, influenciados por teorías aberrantes, vivirán en el error. Ellos dirán: ¿para qué los dioses, los sacerdotes, los libros santos, las abluciones?
Ya no se respetará más el linaje de los ancestros. El joven esposo irá a vivir a casa de sus suegros. El dirá: «¿qué significan un padre o una madre? Todos según sus actos, su Karma, nacen y mueren. (por lo tanto la familia, el clan, la raza, no tiene ningún sentido)»
En el Kali Yuga los hombres no tendrán virtudes, ni pureza, ni pudor, y conocerán grandes desgracias.»
(Vishnu Purana, VI.1.)

Según el Linga Purana (capítulo 40):
«Durante el periodo de crepúsculo en que acaba el Yuga, el justiciero vendrá y matará a los malvados. Nacerá de la dinastía de la luna. Su nombre es guerra (Samiti). Vagará por toda la tierra con una vasta armada. Destruirá a los Mlécchä (los bárbaros. Los occidentales) por miles. Destruirá a las personas de baja casta que han tomado el poder real (de la realeza) y exterminará a los falsos filósofos, los criminales y las personas de sangre mezclada. Comenzará su campaña en su trigésimo segundo año y continuará durante veinte más.
Matará a millones de personas, la tierra será arrasada. Las personas se matarán entre ellas furiosamente. Al final quedarán por un lado y por otro grupos de personas que se matarán entre ellos para robarse mútuamente. Agitados y confusos abandonarán sus mujeres y sus casas.
No tendrán educación, ni ley, ni vergüenza, ni amor. Abandonarán los campos para emigrar fuera de las fronteras de su país.
Vivirán del vino, de la carne, de las raíces y de los frutos, se vestirán con cortezas, con hojas, con pieles de animales. No utilizarán más la moneda. Tendrán hambre, estarán enfermos y conocerán la desesperación. Es entonces cuando algunos comenzarán a reflexionar.»
(Linga Purana, capitulo. 40.)

LAS PREDICCIONES: el fin del Mundo
«Lo que se llama «Fin del Mundo» (pralayä) ocurre de tres maneras: una provocada (naïmittikä); la segunda natural (prâkritä); la tercera inmediata (atyantikä).
La destrucción provocada (que concierne a todos los seres vivos sobre la tierra), tiene lugar al final de cada Kalpä (ciclo de los Yuga). A esta destrucción se le llama accidental o provocada.
La destrucción natural (prâkritä) es la que concierne al universo entero. Tiene lugar cuando cesa este sueño divino que es el mundo. La materia, el espacio, el tiempo cesan entonces de existir. Tiene lugar esta destrucción al final de los tiempos (parardhä).» (Vishnu Purana 1.3.,1-3.)
La tercera destrucción llamada inmediata (atyankikä) se refiere a la liberación (moksha) del individuo para el cual el mundo aparente cesa de existir.
La destrucción accidental, provocada, o natural del Mundo

"La destrucción (de las especies vivas) que es llamada accidental o provocada (naïmittikä) tendrá lugar al final del Manvantarä (la era de un Manu), del ciclo de los Yuga. Concierne por lo tanto a la especie humana.
Tendrá lugar cuando el creador no encuentre otro remedio que una destrucción total del mundo para poner fín a la multiplicación desastrosa y no prevista de los seres vivos." (Mahabharata, 12.248., 13-17)
"Será precedida de una sequía de cien años durante la cual los seres que no sean fuertes perecerán. Siete explosiones de luz secarán todas las aguas. Los mares, los ríos, los arroyos de las montañas y las aguas subterráneas quedarán desecadas.(.....) Una masa de fuego girará con gran estruendo. Envueltos en esos círculos de fuego todos los seres móviles e inmóviles serán destruidos. El dios destructor inflará enormes nubes que harán un ruido terrible. Una masa de nubes cargadas de energía, destructoras de todo, aparecerá en el cielo como una manada de elefantes." (Vishnu Purana, I. Cap. 8. 18-31)
"Algunas de estas nubes serán negras, otras blancas como el jazmín, otras ocres, otras amarillas, otras grises como los asnos, otras rojas, azules como el lapis o el zafiro, otras salpicadas de manchas, naranja, índigo. Se parecerán a ciudades o a montañas. Cubrirán toda la tierra.
Estas nubes gigantescas, haciendo un ruido terrible, oscurecerán el cielo e inundarán la tierra de una lluvia de polvo que apagara el fuego terrible. Después, por medio de un interminable diluvio inundarán el mundo entero. (Vishnu Purana, I, cap. 7, 24-40)


La desaparición o muerte natural del mundo

«La destrucción del mundo está implícita en el hecho mismo de la creación, y sigue un proceso inverso en el pensamiento del Creador. Cuando la fuerza de expansión (tamas) y la de concentración (sattva) se equilibran, la tensión (rajas), que es la causa primera, la substancia del universo, cesa de existir y el mundo se diluye en lo imperceptible. Todos los vestigios de la creación son destruidos, Pradhana y Purusha quedan inactivos. La tierra, la atmósfera, los mundos planetarios y extra-planetarios desaparecen. Todo lo que existe se reúne en una sola masa líquida, un océano de fuego en el que se disuelve el mundo. Es en ese inmenso océano cósmico donde el principio organizador, Brahma, se duerme hasta que, al final de la noche, se despierta y, tomando la forma de un jabalí (símbolo de la casta espiritual), levanta un nuevo mundo.»
(Linga Purana, 1.4., 36-61)
«La duración del universo se expresa con un número de dieciocho cifras. Cuando el fin de los tiempos llega, el principio del olfato (gandha tanmatra) desaparece y, con él, la materia sólida. Todo se vuelve líquido.
Después desaparece el principio del gusto (rasa tanmatra) y con él el elemento líquido. Todo se vuelve gaseoso. A continuación desaparece el principio del tacto (sparsha tanmatra) y con él el elemento gaseoso. Todo se vuelve fuego.
Desaparece entonces el principio de la visibilidad, el Rupa Tanmatra (forma y luz).
Cuando la visibilidad desaparece no queda más que la vibración del espacio que desaparece en su momento.
No queda más que el espacio como un vacío de forma esférica en el cuál solo el principio vibratorio existe. Esta vibración es reabsorbida en él «Principio de los elementos», es decir el principio de identificación o de individualidad (ahamkara).
Habiendo desaparecido los cinco elementos y los cinco sentidos, solo queda el principio de individualidad (ahamkara) que forma parte de la fuerza de expansión (tamas) que, ella también , se disuelve en el gran principio (mahat tattva) que es el principio de la consciencia (buddhi).
El plan (purusha), indestructible, omnipresente, que es una emanación del Ser, vuelve a su fuente.»
(Vishnu Purana, I cap. 8 y 9)
«El juego (lîla) del nacimiento y de la desaparición de los mundos es un acto de poder del Ser, que está mas allá de la substancia (pradhana) y del plan (purusha), de lo manifestado (vyakta), de lo no-manifestado (avyakta) y del tiempo (kala).
El tiempo del Ser no tiene ni principio ni fin. Es por eso que el nacimiento, la duración y la desaparición de los mundos no se detiene nunca. Después de la destrucción ya no existe ni día ni noche, ni espacio, ni tierra, ni oscuridad, ni luz, ni nada que no sea el Ser más allá de las percepciones de los sentidos o del pensamiento.»
(Vishnu Purana, I cap. 1, 18-23)

Por lo tanto la destrucción inmediata concierne al individuo, la destrucción provocada, al conjunto de las especies vivas sobre la tierra, la destrucción natural al fin del universo.